ALMAS GEMELAS poema de Pepa Herrera

La luz conduce mis trazos
rasgando su naturaleza,
dividiendo en contornos
la simpleza de la percepción.
Soy yo la que habla
y no mi voz,
no la mirada
sino el ser,
no son las palabras
sino el viaje del tiempo,
la memoria del abrazo,
el secreto,
el susurro del vuelo imaginado
que deja huellas en mis alas...
No fue la mirada,
sino el ser,
palabras escritas
en el dibujo de los labios,
que pugnan por alcanzar su propia vida.
Nadie es, sino yo, sino tu,
la voz es nuestra.
Lo saben ya tus ojos,
y los mios,
nada interrumpe su sonido...
Ni siquiera nosotros.

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