ATADO A TI

texto y foto de Juan Pellicer

 
  Sin separarme nunca, tu encierras mí historia, la de los míos. Tú me hablas de otros mundos, de otras gentes…yo vivo atado a ti como si fuera parte de ti. Junto a ti aprendí a conocer y a conocerme.
Llevo contigo toda la vida y tú, ola tras ola, toda la vida de todas las Vidas.
Libre para todos, ni esclavo ni tampoco dueño, solo azul, vivo, inmenso… sin fin.
Mirándote, mis ojos se pierden en mundos desconocidos que solo tú inventas para mí todos los días. Mundos donde el mar y el cielo, fundidos en el horizonte, como jurándose amor eterno, forman uno; (quizá por ello, cuando nuestro corazón nos dice que somos felices, vemos el cielo tan azul como el mar, y el mar, en calma, se trasforma), y allá, más allá del horizonte otro mar, el mismo mar.
Espejo de estrellas en esas noches donde enamorados, locos, sin dejar de mirarse, de acariciarse…de sentirse, su amor te brindan y arrojando sobre tus aguas vivas pétalos de rosas imaginarios, se ríen, bebiéndose a besos, su bendita locura.
Cuando te sientas muy triste y muy solo, amigo, como decía la canción, “…vete a la orilla del mar…”.
Y cuando sientas la tristeza, y cuando las ganas de llorar, y también la soledad del que, después de tanto amar, ese amor lo abandonó. Cuando las noches no tengan fin, y los días tarden en pasar. Cuando sientas que ya no estás, entonces amigo, también ve a la orilla del mar.
Cuando tengas ganas de llorar; y cuando te ahoguen los silencios y te embarguen todas las soledades; y cuando quieras escuchar sólo a tu corazón; y cuando la palabra ¿Por qué? Sea la única que obtengas por respuesta; y cuando te sientas pequeño y abandonado, y frágil; y cuando creas y sientas que ya no importas; y cuando veas claro que tu obra desapareció con el aire del pasado y apenas, en aquellos que un día te quisieron, queda la memoria. Cuando comprendas que perdiste mucho tiempo mirando hacia fuera, sin comprender que tú estabas dentro, y ahora, buceas en lo más profundo de tu alma buscando ese niño abandonado que, aún hoy, en tus frías noches de llantos y amarguras, sientes llorar.
Cuando todo esto te ocurra, querido amigo, ve a la orilla del mar. Seguramente allí, sentado sobre la arena blanca, en silencio, encontrarás el más codiciado de los tesoros: “un precioso niño, jugando con su pala y su cubo, que te dice:“- Hola ¿Dónde estabas, porque te fuiste?”
Será entonces cuando, feliz, comprendas aquello de Atado a Ti, sin separarme nunca…
Será entonces, querido amigo, cuando comprendas que tú también, quizá sin saberlo, vives Atado a El.

2 comentarios:

  1. "Cuando tengas ganas de llorar; y cuando te ahoguen los silencios y te embarguen todas las soledades; y cuando quieras escuchar sólo a tu corazón; y cuando la palabra ¿Por qué? Sea la única que obtengas por respuesta; y cuando te sientas pequeño y abandonado, y frágil; y cuando creas y sientas que ya no importas"....

    Que casualidad, te leo hoy y justo asi me siento en este día....lástima que me quede lejos el mar de donde vivo, sino iría ahora mismo a sentarme enfrente de él......y buscaría recuperar mi sonrisa.

    Como siempre, precioso todo, texto y foto. Luego dices que la del corazón sensible soy yo.
    Un beso.

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  2. Vilma gracias por tu sentido comentario. Siento que hoy tengas el mar tan lejos para ir a mirarlo y recuperar, así, tu sonrisa. Muchas veces nos ha faltado el mar, muchas veces incluso hemos tenido que inventarlo. No sé cual será la causa que motiva tu tristeza, o como y porqué has perdido la sonrisa (eso queda para ti, así debe ser), lo que si me gustaría decirte es que no sufras por tener el mar lejos ni por haber perdido la sonrisa (si lo haces que sea lo imprescindible para curar la herida). No te preocupes porque seguro que puesto que tu no puedes ir al mar, será ella (tu sonrisa)la que cargada de fuerza y bañada por ese ausente y lejano mar, regresará a ti, y te traerá aires y brisas con sabor a sal. Será entonces cuando comprenderás, seguramente, que sin darnos cuentas, el mar está más cerca de lo que podemos imaginar. Un abrazo desde el mar.

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