LAGRIMAS SENTIDAS E IMAGINARIAS

Texto y foto de JPellicer

 
 En mis noches, sentado sobre imaginarias rocas, frente a imaginarios mares antes azules, gritos de silencios estallan, rebeldes, clamando Paz.
Clavo mis ojos en las estrellas buscando respuestas, y aquellas, deslumbrantes, se vuelven negras, cuando, lágrimas de impotencia y millones de nudos de millones de gargantas apagadas, también en los silencios frente a mares imaginarios, unidos, corazones atravesados desembocan como ríos imaginarios en aquellos mares también imaginarios.
Cuanto dolor innecesario, cuanta pena almacenada, cuanta rabia contenida… cuanto aún por vivir y sin embargo ya llegaste, amigo.
De nuevo nos robaron la sonrisa, de nuevo dientes apretados y cuerpos abrazados, abrazados para soportar, así, mejor la pena. De nuevo, amigos, nos quedamos un poco más solos, nos falta él. De nuevo, el gélido aire de la locura nos hiela la sangre e indefensos, otra vez, y otra más, gritamos: Basta, con la triste certeza de saber que, pasado breve tiempo despertaremos a la tragedia.
(leer "TU RISA" poema de Pablo Neruda)
Ya desperté, la macabra ceremonia de la desgarradora despedida, tiñe de negro, también imaginario, como mis ríos y mis mares, mi aliento. Incapaz de comprender tanta locura, dejo al aire más marinero estos versos de P. Neruda, como a mi me gustaba oírlos, (cantados y contados en las voces de Olga Manzano y Manuel Picón).
Esta es mi pequeña contribución a todos los que como yo, en un día como hoy, hemos perdido, además, un poco la sonrisa.

2 comentarios:

  1. Juan que lindas palabras con las que me solidarizo, sobre todo cuando dices de perder la sonrisa, creo que la mia se ha quedado dormida en esa "niña" como la de tu otro escrito, la niña que una vez fuí y que ahora ya la he olvidado.
    Te abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Vilma de nuevo agradecer tu solidaridad manifestada con comentario. Un comentario en el que me hablas de haber perdido la sonrisa. Casi siempre, por lo menos en mi caso, la sonrisa va unida a la alegria, a la paz, al amor... a las "dos tranquilidades" (la del cuerpo y la del alma). Imposible recuperar una olvidándonos de la otra.
    Si esa "niña" de la que me hablas, se ha quedado dormida, no la despiertes, déjala dormir. Procura estar feliz, estar llena de paz y llena de ilusion y esperanza, vive con la coherencia y el ánimo del que se sabe luchador. ¿y todo esto para qué, te preguntarás? Todo esto para que cuando "aquella niña dormida, despierte", encuentre un mundo más bello que cuando entró en aquél largo sueño. Un abrazo muy fuerte.

    ResponderEliminar