PUEBLOS

Cuento y obra de Angeles Charlyne
“Para que tu me oigas mis palabras se adelgazan” Neruda también hizo música

El músico se fue, dejando su maldición. El pueblo lo había desacreditado, como otros pueblos vecinos lo ignoraron. La cultura no era fuente movilizadora. El arte, otra sensación desconocida. Todo se rodeaba de silencios, una extraña catedral donde las campanas sonaban, cuando alguna catástrofe estaba próxima: Ese día el campanario se estremeció, chocando sus metálicas copas. Lo anunciado provocó sobresalto, la gente se arrodilló suplicante y temerosa ante el hereje del sonido. – ¡Quién no cultive el espíritu de la música, morirá, asfixiado de soledad! - dijo, mientras arrojaba las cuerdas heridas de su guitarra.
Microcuento De “Siete veces 7”

No hay comentarios:

Publicar un comentario